La siguiente es una transcripción adaptada y enriquecida de una charla dada para el podcast “Radio Sinergia” disponible en iTunes Store
- Estar atareado = que avanzar?
- La realidad sobre nuestra capacidad para «multi-task»
- El poder del ahora
Muchas personas tienen un hábito con raíces muy profundas acerca de cómo hay que estarse moviendo a la velocidad de los negocios y estar siempre apurado. Muy probablemente con los comentarios que voy a hacer a continuación, pueden estar temiendo de que sean demasiado ideales y estoy plenamente dispuesto a tomarme el riesgo de incomodarlos un poco porque considero que cuestionarse los hábitos es de las actividades más fructíferas que uno puede llevar a cabo. Incomodar los hábitos que damos por sentados porque cuando todo está en calma y no tenemos ningún conflicto y no nos cuestionamos nada, entonces no se da pie para el cambio, no se da pie para el avance.
Les cuento cómo es que llegué a tocar este tema: en los periódicos, en la sección de empleos, ahora es casi un requisito para posiciones ejecutivas, es bastante usual ver que solicitan personas que puedan multitask, es decir llevar a cabo múltiples tareas al mismo tiempo. Esto no sólo se da en el ámbito de empleos y en el periódico si no que lo vemos por todo lado. Nuestra prisa, nuestra ansiedad, nuestro hábito de andar rápido y de movernos a gran velocidad ha llegado hasta las noticias. Ahora no sólo vemos al reportero que está dando las noticias, si no que abajo y arriba se ven franjas con datos de la bolsa de valores e inclusive encabezados de otras noticias. Es decir, por todo lado nos bombardean con la idea de que es necesario “maximizar” nuestro tiempo y esa es la gran pregunta que quiero hacer hoy: es posible maximizar nuestro tiempo al correr constantemente.
La velocidad como solución
El Maestro Osho, discute sobre la no existencia del mañana. Recuerde presionar el botón CC para ver subtítulos en español.
Vivimos –indiscutiblemente- en una época donde en la cultura occidental hay que hacer muchas cosas a la vez. Ya el tiempo no da abasto, las 24 horas del día no alcanzan, hay que correr, hay que apurarse. Vemos a empresarios en el carro realizando llamadas de negocios en su camino al trabajo, estamos en un espacio de la historia en donde el clima de los negocios es inclemente. Mi pregunta es: ¿Apurarnos de esta manera, estar haciendo 3-4 cosas al mismo tiempo, es la manera más efectiva de realizar nuestro trabajo?
Yo me doy cuenta y sé que estos tiempos son tiempos difíciles, estamos bajo gran presión. Muchos de ustedes han tenido que revisar sus hábitos económicos, en el trabajo estamos bajo gran presión psicológica y social debido a la crisis financiera global que todos estamos afrontando. Esta gran presión que viene de todos esos medios, el económico, psicológico, social y nos mete en un estado de alerta.
Estamos bajo gran apremio y esto crea estrés y como respuesta tenemos un reflejo cuando nos encontramos en una situación de estrés y se activa el sistema simpático, el sistema de correr, de huir o pelear con el enemigo. Si no tenemos cuidado, entramos en ese estado de una manera permanente, de una manera prolongada y ahí es a donde no sólo estamos alertas y enfocados en el momento, si no que si no nos cuidamos podemos entrar en una situación de pánico, de ansiedad y perdemos el foco de las cosas. Nos enfrentamos sistemáticamente a las tareas que nos rodean pero perdemos de vista el objetivo último por el cual estamos realizando nuestras tareas. Debido a esta gran presión que la crisis nos está dando, muchas veces (y yo me incluyo absolutamente en esto) sentimos que tenemos mil cosas por hacer y no sabemos ni siquiera cómo empezar a atacar todas las tareas que tenemos en nuestra lista de cosas por hacer.
Apresuramiento + cosas por hacer = pánico
Si perdemos el foco y nos dejamos acarrear, que es lo más fácil en este estado de pánico colectivo, a mí me pasa que empiezo a picotear tareas. Empiezo a trabajar sin un control del tiempo y empiezo a trabajar un poquito en cada tarea, luego digo “¡ah!, pero también me falta aquello”, entonces trabajo unos minutos allá y otros acá y al final no logro terminar todo lo que quería hacer, lo cual a su vez lleva a la frustración.
¿Qué es lo que pasa cuando entramos en un estado de alerta? Se activa el sistema simpático y estamos en un estado de huir del enemigo. Nuestro cerebro lo que se está produciendo son ondas Beta que son las que utilizamos en el estado consciente, cuando estamos interactuando con el mundo exterior. Como ya lo había mencionado, si no tomamos precaución, fácilmente podemos caer en un estado de ansiedad, un estado híper alerta, perdemos el control. Esto se puede dar no sólo en unos minutos si no que se puede prolongar por varios días. Hay muchas personas que están acostumbradas a vivir en este estado, de tal manera que ni si quiera se imaginan cómo es vivir en un estado que no sea de máxima alerta.
Más adelante podemos hablar de qué es lo que esto significa en un plano hormonal, qué es lo que le pasa al cuerpo cuando no bajamos de este estado híper alerta. Tiene sus repercusiones, hay ciertas hormonas que se segregan, que son buenas para un instante de lucha, pero en un estado prolongado de varios días tiene sus efectos negativos.
¿Qué tiene que ver esto con todo lo de la ansiedad? Se da una paradoja, entramos a este estado de estar híper alertas con la idea de que vamos a mantenernos altamente excitados y vamos a poder terminar muchas tareas, vamos a poder abordar y vamos a poder lograr nuestras metas más rápido. ¡Ojo!, este es el gran cuestionamiento del día de hoy.
La persecución perpetua
¿Qué es lo que pasa cuando estamos en este estado y nos acostumbramos a éste? Estamos necesitando de esta excitación y si no nos encontramos en este estado, tenemos la sensación de que no estamos aprovechando el tiempo. Aquí es a donde yo le hago otro cuestionamiento: ¿Mantenernos ocupados es lo mismo que ser efectivos con nuestro tiempo, ser efectivos con nuestros objetivos? Puede que estemos corriendo, puede que nuestro cuerpo se esté manteniendo activo pero ¿cuántas tareas estamos terminando, cuántas de las tareas que terminamos las hacemos de una manera conclusiva versus tener que volver a reparar las cosas que se hicieron a medias, cuántos errores estamos cometiendo de camino? Otra pregunta es ¿qué tanto estamos progresando con los proyectos a mediano o largo plazo?
Carreras Vs. Progresión
Lo que quiero decir con esto es que si usted en este momento se encuentra en una posición en la que siente que se está manteniendo simplemente ocupada, atareada con su trabajo pero que los proyectos más importantes, más profundos, aquellos objetivos que realmente le dan significado a la vida, se están desplazando para darle campo a una sensación de simplemente “estar ocupados”. La distinción aquí es si al mantenerme ocupado para satisfacer las ganas de sólo estar ocupado, no estoy sacrificando mis objetivos y aquellos de la empresa que son a mediano y largo plazo.
Les comparto acerca de Maxwell Maltz, el autor del libro Psycho–Cybernetics que es un clásico en materia del avance del potencial humano. El Dr. Maltz es bastante tajante con su opinión acerca del multitasking. En su libro él insta al lector a que -de una vez por todas- acepte que sólo podemos concentrarnos en una cosa a la vez. Menciona que estamos habituados a este paradigma de estar ocupados con 3-4 cosas al mismo tiempo pero que esto es un mal hábito y es erróneo. Que podemos entregar el mejor de nuestros aportes a la tarea si estamos concentrados en únicamente la tarea que estamos abordando y nos olvidamos de las tareas que siguen y las tareas que precedieron.
A su vez, el Dr. James Gordon Gilkey escribió un sermón en 1944 que se convirtió en un clásico casi instantáneo después de que lo publicaran en Reader´s Digest. El Dr. Gilkey cita en este sermón la urgencia por abordar demasiadas tareas por hacer, que el tener en nuestra mente una lista interminable de cosas por hacer es, según él, la causa #1 de un estado mental intranquilo. Dice que más personas lo visitaban a él quejándose de un estado pésimo de balance mental debido a esta causa, a que simplemente están sufriendo una gran miseria debido a la montaña de tareas por hacer que tienen y se frustran al ver que no pueden abordarlas todas de una vez.
El autor hace una analogía entre nuestra mente y un reloj de arena: al igual que el reloj de arena, sólo se le puede entregar a la mente un grano, una tarea a la vez. Esta idea de entregarle nuestra total capacidad a la tarea que estamos llevando a cabo en el momento, de concentrar nuestra mente como los rayos en una lupa, es parte de la práctica del Zen de vivir en el momento. Por alguna extraña razón a veces vivir en el momento se interpreta como llevar las cosas a la ligera y es todo lo contrario. Vivir en el momento es prestarle la atención total a la situación que estamos viviendo por más cotidiana que sea. Vale la pena mencionar que al tratarse de una práctica del Zen, no es una cuestión que uno se proponga, “a partir de ahora voy a prestarle atención a lo que estoy haciendo en el momento y ya está”. ¡No! Esto conlleva una serie de prácticas para poder alcanzar este estado. No son prácticas difíciles ni hay que irse a un monasterio, pero si conlleva un poco de práctica.
Siempre es hoy
En el siguiente clip Eckhart Tolle habla sobre el poder de estar presente en el momento:
Me he tomado el tiempo de hacer lo mismo cuando estoy a punto de leer, de estudiar, de redactar una carta, de sentarme a una reunión. Estoy implementando este hábito de tomarme unos segundos para respirar, centrándome en el momento y hasta que estoy centrado y me siento liviano de pensamientos, ahí es cuando puedo aflojar la tarea y paradójicamente me he dado cuenta que la efectividad se ha disparado. Cuando me tomo el tiempo de sentarme antes de abordar una tarea, la tarea la realizo de una manera mucho más efectiva sobre todo a la hora de relacionarse con otras personas, ya sea directamente o por medio de un e-mail o por medio de una carta. Las cuestiones simple y llanamente salen mejor cuando uno está centrado en el momento.
Yo los invito a intentarlo. No les estoy hablando de un truco, ni que hay que meditar por una hora antes de escribir un e-mail en el trabajo, nada de eso. Es simplemente probar a ver si antes de empezar a redactar o antes de entrar a una reunión, uno se toma un tiempo a solas. Estoy hablando de menos de 30 segundos, para darme cuenta, centrarme en el momento, si algo me está molestando, echarlo momentáneamente a la parte de atrás de la mente y centrarse en la tarea que voy a enfrentar, cuáles son los objetivos y hasta que estoy en un estado más tranquilo, empezar a abordar el reto.
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