Bien poquito, antes de que partiera de este mundo, me acuerdo de cómo claramente papá seguía berreando en contra de la cultura de distracción que nos rige sin piedad. ¡Ah, qué varas de viejo cascarrabias! , pensaba yo. A pesar de que me faltan algunas “decaditas” para llegar a esa edad, creo que entre las miles de horas de tutorías que he impartido, y la manera como las emociones…