Desde un inicio sospeché que pedirle al laboratorio clínico el envío de los resultados de mi biopsia de médula ósea tan pronto estuviesen listos era un error de primer orden. Aún así, nada me hubiera preparado para lo que aconteció.
Eran las 7:00 a.m., y como el animal condicionado que soy, apenas el pitido del Gmail llegó a mis oídos, me abalancé, como desesperado, sobre mi computadora para leer los…