Meditación y el cerebro «multitarea» – JotaJ
Meditación Mente

Meditación y el cerebro «multitarea»

13 enero, 2012
Mujer multitasking

En este artículo va a encontrar:

  • Por qué es frustrante tratar de relajarse en tiempos modernos
  • Gritar: la clave oculta para poder dejar ir de manera efectiva
  • ¿Qué es la meditación?

Para empezar esta vez, voy a citar a alguien que tal vez se sospeche inapropiada para este espacio, sin embargo,  me parece oportuno. La siguiente es una parte de la rutina cómica de Ellen DeGeneres:

“Estaba en Yoga el otro día. Estaba en la posición de loto. Mis chacras estaban todos alineados. Mi mente libre de todo parloteo, estaba observando a través de mi tercer ojo, y todo lo demás que se suponía que debía estar haciendo. ¡Es sorprendente lo que emerge cuando uno se sienta en silencio!: “Mamá deja los blancos como la luz del sol, mamá tiene la magia de Clorox 2!”

¿Qué es lo que pasó? ¿Porqué es que ella no ha logrando ahondar sus experiencias de paz aunque practique diligentemente rutinas como la mencionada? Hay una diferencia básica y no tiene nada que ver con el Yoga, mas bien tiene que ver con nosotros y nuestro diario quehacer.

Relajación en el mundo de hoy

Un poco de historia… El célebre manual Hindú de meditación “Vijnana-Bhairava” (cuyo comentario por Osho está diponible en inglés y español bajo el nombre: El Libro de los Secretos o The Book of Secrets: 112 Keys to the Mystery Within) fue escrito hace más de 1000 años. Imaginémonos por un momento la clase de vida que llevaba un lector típico de esa época: para empezar vivía en un ambiente  libre de estrés químico, a demás, si bien la India gozaba de un activo comercio creo que estaría en lo cierto en afirmar que el estrés de un mercado de esa época no se compara a lo que hoy denominamos como una “rutina normal”.

Hace no muchos años el tener la mente fragmentada en varias partes era considerado una enfermedad siquiátrica digna de un tratamiento clínico, hoy en las ofertas de trabajo es mas bien una exigencia: “multitasking”, ser capaz de mantenernos ocupados en varias cosas al mismo tiempo. Por otro lado, desde la mañana comienza el bombardeo emocional (aunque no lo percibamos como tal): La rutina diaria de muchos nosotros incluye el abrir el periódico o encender la TV para “ponernos al día” con las noticias, las cuales, en este ultimo caso, no solo incluyen la noticia de la guerra en Medio Oriente que estamos viendo en la mayor parte de la pantalla sino que a demás (para asegurarnos una neurosis) en la parte mas baja de la pantalla nos informan sobre ballenas que encallaron en una playa en Chile. Esto solo como calentamiento antes de salir a enfrentarnos con el tráfico matutino que incluye el enfado de más de un conductor, tan solo para llegar al trabajo o lugar de estudio y, si la suerte así lo dispone, enfrentarnos a una situación no precisamente placentera.

Excusas para no estar mejor

Lo mas agravante es que desde niños nos han enseñado a no ventear nuestras emociones sino más bien a mantenernos siempre controlados y diplomáticos (sobre todo en nuestra querida Costa Rica, me permito agregar). Clausurando así la expresión de emociones fuertes como ira y enojo. Si algo me ha dejado el estudio de la física es lo siguiente: “A cada acción hay una reacción”, un principio simple pero a veces parece que lo olvidamos.

Permítame hacerle una pregunta, respóndasela con la mayor sinceridad posible: ¿Cree usted sinceramente que todos los estímulos que mencioné anteriormente (noticias, TV, trafico, trabajo, estudio, etc…), realmente se esfumarán al ignorarlos y mantener una actitud “socialmente adecuada”?

Entonces la pregunta pertinente es: ¿Honestamente esperamos después de un día (o varios) como el mencionado llegar a sentarnos con las piernas cruzadas, cerrar los ojos y obtener paz? ¡La respuesta obviamente es un rotundo “no”! Es más, Ellen DeGeneres tuvo suerte al encontrarse con un slogan comercial. La verdad es que la experiencia de observar nuestra mente en su estado de ajetreo normal puede ser mucho más difícil. De echo, me atrevo a adelantar que, instintivamente todos sabemos que el contenido de nuestra cabeza es más complicado de lo que nos gustaría admitir, y que la “falta de tiempo” u otras excusas para explorar nuestro interior son solo una evasión inconsciente de esta realidad. ¡Haga la prueba!

Meditación para nosotros

Pero volviendo a nuestro punto, la conclusión es que las tensiones a las que estamos sometidos hoy diariamente, no existían en el periodo en que se escribieron las guías ancestrales de meditación. El público para el cual estas fueron ideadas simplemente no es el mismo que existe actualmente. Es por esta razón que el gran místico Osho concibió una manera de lidiar con este problema.

No se trata de una meditación en si, sino mas bien de una manera de preparar el camino para que el estado meditativo llegue por si solo. Viendo que en sus primeros grupos de meditación los alumnos tenían severos problemas para simplemente quedarse quietos y relajarse, él agregó un paso antes de la práctica meditativa. Este consiste en la purificación de la mente por medio de expulsar concientemente toda la locura afuera: Un intenso estado de catarsis cuyo objetivo es simplemente “vomitar” todas las represiones y locura que hemos guardado por demasiado tiempo y que pueden convertirse en un obstáculo no solo para la meditación sino que para nuestro diario vivir.

Recuerden que por principio físico todo lo que ha sido vertido en nosotros (bueno o malo) va a salir en algún momento, es nuestra elección hacerlo consciente o inconscientemente. Como diría Denny Johnson: “Lo vamos a hacer ó… Lo vamos a hacer”, y que lo diga también Zinedine Zidane.

Volviendo a lo nuestro: En su “Meditación Dinámica” y también en la meditación “Gibberish” (en español “galimatías”), el maestro Osho nos exhorta a simplemente permitirnos explotar conscientemente antes de entrar en silencio:

“Deja que salga fuera todo lo que necesite ser sacado. Vuélvete completamente loco. Grita, chilla, llora, salta, vibra, baila, canta, ríe, tírate por ahí. No reprimas nada.”

Tengo que admitir que al principio, como -lastimosamente- suele pasarme con los métodos realmente eficaces, sentí una gran disconformidad por éste, pues parte del atractivo que veía en las culturas orientales era precisamente el aire calmo y controlado que expira toda esa maravillosa civilización. Sin embargo la inclusión de esta práctica me recompensó no solo con un mayor entendimiento personal sino que me dio varios de mis primeros lapsos de silencio interior con mayor frecuencia.

El gran Osho recomienda experimentar este estado de catarsis por diez minutos al día por la primera semana, antes de seguir implementándolo solo de vez en cuando. Acepto también que este no fue mi caso, pues siempre me había jactado de ser una persona muy controlada y pacífica, sentía que realmente no había mucho por expulsar… No voy a entrar en detalles pero les digo que muy probablemente sí hay mucho por expulsar y que entre más sincera se vuelve esta práctica, más me he percatado de su importancia.

Los invito a explorar más de estos métodos por su cuenta, un recurso excelente se encuentra a disposición de todos de manera gratuita en la sección “Meditación” de www.osho.com, allí pueden explorar entre otras las meditaciones “Gibberish y Soltar” y  la Meditación Dinámica OSHOTM, a parte de las instrucciones para esta última también se encuentra disponible para bajar la música para acompañarla, así como videos ilustrativos de cada una de las secciones que la componen, todo esto en varios idiomas.

Espero que esta invitación no le suene demasiado descabellada. Para mi ha sido de gran ayuda y estoy seguro de que para muchos de ustedes puede serlo también. Estoy convencido de que es uno de los más eficaces caminos para lograr experimentar un verdadero silencio, en contraste con las pautas comerciales que emergieron en la cabeza de Ellen DeGeneres.

Para los más aventureros aquí está una excelente explicación de una meditación plenamente «vieja escuela»:

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