El gran escritor Neil Gaiman, ofrece el siguiente consejo para los ensayistas amateur: ¡deschínguense! Cuando el proverbial ácido, provocado por la más pura pena, esté trepándole por la nuca… ese es el indicador de que está escribiendo algo que vale la pena.
Ok, Neil.
Voy, de un tirón, arrancándome los calzoncillos
Mi viejo (que en paz descanse) formó parte de la marejada de chilenos que llegó después del 73 a engrosar la…